
Grupo de Oración de las Madres
Hemos recibido tantas bendiciones a través de la oración de las madres: muchos hijos han vuelto a su fe, han encontrado trabajo, un lugar donde vivir, hijos han vuelto a casa tras una larga ausencia (recientemente nos enteramos de que una madre, una semana después de ir a su primera reunión, se reconcilió con su hija ¡a la que no había visto en 7 años! Éste es uno de los muchos ejemplos.) También hemos sabido de casos en los que salud de algunos ha mejorado, otros que han dejado las drogas, bebés que han nacido después de que las madres hubiesen perdido varios bebés y así como casos en los que las relaciones entre padres e hijos han mejorado. El Señor ha cumplido su promesa «Pide y se te concederá».
Las madres nos han hecho saber las gracias que han recibido, al compartir ellas su oración con otras madres. Es una bendición para ellas poder compartir su sufrimiento de manera cristiana y confidencial, y por medio de sus reuniones semanales se ha desarrollado un gran amor y una gran compasión.
En nuestras reuniones, colocamos una cestita al pie de la cruz sobre una mesa. Durante la reunión, cada una de nosotras, una por una, colocamos los nombres de nuestros hijos en la cestita, acompañados de una oración como símbolo de la entrega de nuestros hijos al cuidado del Señor. Este es a menudo un maravilloso momento de sanación, al darnos cuenta de que Él ha tomado en sus manos nuestros problemas. Por lo general nuestros grupos son pequeños, entre dos y ocho madres.
También se nos ha preguntado sobre el caso de mujeres solteras y mujeres casadas, pero sin hijos. Nosotras damos la bienvenida a toda mujer que desee rezar por los niños, ¡tenemos muchas monjas que desde sus conventos también se unen en oración con nosotras!
Le pedimos a todas aquellas que sientan la llamada para empezar un grupo de Oración de las Madres que recen para prepararse a empezarlo: una oración pidiéndole al Señor que las guie en la elección de las compañeras de oración. Si son católicas nosotras recomendamos la oración meditativa sobre la Sagrada Familia: el tercer misterio gozoso (el nacimiento de Cristo en Belén)
El formar parte de Oración de las Madres es un maravilloso consuelo para nosotras, sobretodo sabiendo que estamos unidas con otras muchas madres a través del mundo y que ellas también están rezando por nuestros hijos.